Tecnología de Presas
Existen varias geometrías y a su vez varios materiales de cómo se pueden construir las presas. Éstas se clasifican de acuerdo a los materiales que la componen siendo rígidas o terreas; donde las rígidas están hechas de concreto, mientras que las terreas están compuestas de roca, suelos y demás materiales que se tengan al alcance en el lugar donde se desarrolla el proyecto. La clasificación geométrica de las presas está determinada en primera instancia por el material de construcción y la forma en cómo actúan los esfuerzos: Arco, Gravedad o una mezcla entre Arco y Gravedad.
Las presas de gravedad pueden hacerse en concreto o en tierra, su sustento estructural radica en los esfuerzos que concentra el mismo peso de la estructura sobre su cimentación. Su geometría en un corte transversal es triangular. Las presas de gravedad de tierra están compuestas por varias capas de rellenos que van conformando estructuras de taludes hasta su cota máxima.
Las presas que involucran un diseño en Arco sólo se pueden hacer en concreto, son geométricamente curvas y se disponen en dirección del flujo del agua; son usualmente construidas en cañones en donde el arco transfiere los esfuerzos hacia sus estribos contra la pared del cañón, teniendo la ventaja de que utilizan mucho menos concreto que las presas de gravedad, pero requieren de una fundación en roca sólida para soportar su peso.
La selección del tipo de presa depende en gran medida de la disponibilidad de materiales en la zona donde se ubique para poder desarrollar su construcción: bien sea material rocoso disponible en el área de influencia, o concreto. Las más comunes son las presas terreas, en donde estas acumulan el 75% de las presas existentes en el planeta. Las presas de tierra deben contar con mecanismos impermeables que aíslen filtraciones, por lo cual se construyen pantallas impermeables de arcilla, asfalto o algún material sintético, actuando como núcleo impermeable al interior de la presa, o una cara de concreto aguas arriba de la misma.
Las presas permiten el desarrollo de proyectos hidroeléctricos que pueden tener: almacenamiento de agua con embalse, proyectos a filo de agua sin embalse, y proyectos a filo de agua con embalse.
Los proyectos con grandes embalses, involucran el diseño y la operación de presas de gran tamaño; mientras que los proyectos a filo de agua usualmente tienen como obra principal diques que sirven para generar un pequeño embalse, o para desviar el río a fin de turbinar sin necesidad de embalse. Este tipo de proyectos tienen múltiples propósitos, dentro de los cuales está el almacenamiento de agua, almacenamiento de energía, navegación fluvial entre zonas geográficas aledañas, control de sedimentación en un área aferente, y la regulación y control de crecientes.
